"Donde las pinturas rupestres cobran vida a través de una reproducción que permite admirar la antigua creatividad."
Situadas en las proximidades de la encantadora Santillana del Mar, se encuentra un tesoro invaluable: las célebres cuevas de Altamira. Poseen el honor de ser Patrimonio de la Humanidad como ejemplo destacado de arte rupestre de la Prehistoria, revelando por tanto la gran habilidad artística de nuestros ancestros.
Restringida la visita a unos pocos afortunados debido ala necesidad de preservar este patrimonio único, se ofrece una experiencia enriquecedora a través de la admiración de una reproducción meticulosa. La historia cobra vida mientras se exploran las representaciones de animales, figuras humanas y escenas cotidianas que adornan sus paredes.